sábado

Las casa de Pompeya



Significado:


Casa-ae: Aunque ha dado nuestra palabra "casa",designa la vivienda más antigua de

los romanos.

Eran sencillas cabañas en forma redonda propias de la Italia primitiva No se conserva

ningún ejemplar, pero sí vasos, urnas funerarias y algunos cimientos en el Palatino. Son

redondas, con techo cónico, urdimbre de troncos y recubiertas de cañas y paja.


Domus: es la vivienda romana por excelencia por oposición a Casa. Por sus diferentes

características la domus puede clasificarse en tres clases distintas:

• La Casa señorial (tipo pompeyano): vivienda particular, ocupada normalmente

por un solo propietario y su famila.

La insula: viviendas de varios pisos construidas para albergar cierto número de

familias diferentes.




La Villa: casa situada en el campo y que podía estar dedicada al recreo, en cuyo

caso se considera una villa urbana o bien, además de servir para descansar,

sirve también como explotación agrícola o ganadera, denominándose entonces

villa rústica

Las viviendas romanas han sufrido con especial dureza el paso de los siglos. Las

ciudades, como organismos vivos, se van renovando con el paso de los años y ello

afecta a sus edificios. No tiene nada de especial por lo tanto que hayamos conservado

pocos ejemplos de casas romanas hasta el descubrimiento de Pompeya en el siglo

XVIII. En efecto, Pompeya y Herculano nos han legado los mejores ejemplos del tipo

de vivienda romana predominante en esa zona en el cambio de era. Gracias a estos

descubrimientos arqueológicos y a otros posteriores en diversos ámbitos del Imperio,

estamos ahora en condiciones de estudiar y conocer mejor cómo vivían los romanos.

Casa Pompeyana: Es la casa romana típica, ocupada toda ella , por lo general, por una

sola familia y corresponde a la construcción general de la casa pompeyana y a la

mención de las casas señoriales que hallamos en los autores.

• Está orientada hacia en interior. El aire y la luz penetran por las dos áreas

centrales en torno a las cuales se agrupan las otras estancias; esto es, por el atrio,

que por estar abierto en la parte central del techo toma de alli el aire y la luz de

que disfrutan las habitaciones construidas en torno, y por el jardín del peristilo,

todavía más luminoso que el atrio, porque está más abierto y suele ser más

ancho.

• Carece de vista exterior. En efecto, las ventanas exteriores son raras, abiertas

irregularmente y poco espaciosas.

• Es normalmente de un solo piso.

• Los diversos espacios están destinados a un solo uso.

La Insula:

Es una vivienda construída para recibir un cierto número de familias diferentes. Es,

pues, una casa de vecinos. Las mejor conservadas se han descubierto en la localidad

de Ostia y nos dan una idea de las que habitaría también la clase popular en Roma,

donde la falta de espacio era cada vez mayor. El contraste entre la Casa pompeyana

y la casa de Ostia (similar a los actuales apartamentos) es grande.

• La casa pompeyana estaba orientada hacia adentro, al abrigo de ruidos e

inconvenientes de la calle y no tenia apenas ventanas. En la casa de Ostia, coo

en las modernas, habia abundantes ventanas al exterior.

• La casa pompeyana solia tener un solo piso, como mucho, dos, en algunas

partes de la casa. La casa de Ostia, tenía varios pisos.

• En la casa de Pompeya cada habitación estaba destinada a un uso determinado.

No es así es la casa de Ostia

• Estas casas populares carecían de agua corriente

Villa: En sus posesiones del campo, los romanos tenían por lo regular dos tipos de

edificios que recibían distinto calificativo según la dedicación principal a la que estaban

destinadas:


la villa rustica, dedicada fundamentalmente a los trabajos agrícolas. Estaba

dedicada fundamentalmente a la explotación agropecuaria y por lo tanto tenía

características y edificios particulares.

No obstante, a menudo tenía un edificio reservado al dueño de la finca para el caso de

que quisiera pasar alguna temporada en el campo. Aunque no solía ser tan lujosa como

la villa urbana, tenía muchas semejanzas y sus partes más características

Pero además, y esto la diferenciaba, tenía, como es lógico, otra serie de elementos

caracteríticos como era la casa del vilicus o encargado de la explotación, casas para los

esclavos (e incluso una prisión para los rebeldes), diferentes edificios para el ganado y

las herramientas, pajares, graneros, lagares, abrevaderos...

Una villa de este tipo se descubrió en Boscoreale, en donde se encontró también una

vajilla de plata.

• La villa urbana, dedicada principalmente al descanso de los dueños de la

propiedad La villa urbana o pseudourbana hospedaba a los dueños de la finca

cuando la visitaban.

Se construía en un lugar desde el cual se gozase ampliamente de la vista de la campiña o

del mar; construcción de puro lujo, que no tiene, como la granja, objeto práctico ni

función necesaria, esta villa reflejaba en la complicación y en la riqueza de sus recintos

los gustos de sus propietarios y demostraba la riqueza de quien la había edificado.

Normalmente tenía todas las comodidades de las casa de la ciudad, incluida la

calefacción en invierno.

Aunque la villa no estuviera situada en una gran hacienda, siempre estaba rodeada de


algún terreno con huerto o jardín.

Como normalmente estuvieron habitadas durante toda la edad antigua e incluso

sirvieron de refugio en época tardía no se han conservado más que restos aislados que

nos pueden dar una idea de su esplendor.

Casas pompeyanas

Espacios que la conforman:


Pueden distinguirse varios tipos de atrios:

• Tuscanicum, sin columnas, en que el peso del techo es sostenido únicamente por

vigas.

• Tetrastilum, con una columna en cada uno de los cuatro ángulos del impluvium.

• Corinthium, semejante al anterior, pero con mayor número de columnas y más

amplia abertura de luz.

El peristilo: La parte más interior de la casa romana, consistía en un jardín rodeado de

un pórtico sostenido por columnas, aunque su estructura y dimensiones dependían del

terreno que tuviera el propietario. A su alrededor se abrían las habitaciones más

importantes de la casa, la exedra, una sala espaciosa abierta al pórtico, el comedor o

triclinio, y las otras habitaciones o alae.

La arqueología nos ha permitido contemplar algunos peristilos de Pompeya con el

mismo aspecto que tendrían en el momento de la erupción del Vesubio


Las paredes del peristilo, como las de otras habitaciones, podían estar adornadas con

pinturas y el suelo con mosaicos

En la casa romana no se entraba por una puerta situada inmediatamente junto a la calle.

La puerta estaba situada en la mitad de un corredor que desde el exterior conducía al

atrio y en el cual se distinguían dos partes:

1) el vestibulum, antes de la puerta

2) las fauces, después de ellas.

La puerta, (ianua): Estaba constituída por el umbral, ligeramente elevado y que, como

el arquitrabe, solía ser de mármol.

La puerta propiamente dicha (fores), acostumbraba a estar formada por dos o más hojas

(valvae), que giraban sobre goznes de madera forrados de hierro o bronce, lo que la

hacía muy pesada y además producía ruido al abrirla.

Además de la entrada principal, había una de servicio, el posticum, abierta a una de las

paredes laterales de la casa y que solía dar a un callejón. Por allí entraban los esclavos,

los proveedores, la gente de clase social baja e incluso los dueños cuando querían pasar

desapercibidos.

Aunque al ser de madera no se han corservado las puertas de las casas, en las

excavaciones de Pompeya se han recuperado algunos moldes en yeso.

Muebles: Además de los lechos para dormir, existían otros muebles, como mesas,

asientos con brazos y sin brazos, con respaldo o sin él... Completaba el mobiliario los

armarios y cajas de caudales, las luces o lucernas que pendían de las paredes o bien se

asentaban sobre un trípode. También podía haber estufas o braseros.

No se nos han conservado muchos ejemplares debido a que normalmente eran de

materiales perecederos, pero, como siempre, Pompeya nos ha legado algunos de ellos.


Tabernae: Son habitaciones que se abren a la calle constituyendo tiendas que el amo de

la casa arrienda o en las que vende los productos de sus tierras. Por lo general, a la

entrada hay un mostrador de albañilería que sirve para exponer la mercancía. En la parte

más interior está la trastienda. En estas tiendas podían venderse desde pan a paños, vino,

herramientas... Algunos relieves nos muestran cómo debían ser éstas en las diversas

ciudades del Imperio

También se ha conservado algún taller en donde se fabricaban telas o se molía el grano.

Pinturas y mosaicos: El interior de las habitaciones de la casa era más o menos

cuidado, según su destinación. En los mejores aposentos, hábiles artesanos habían

adornado las paredes al fresco con diferentes motivos. Por desgracia, la pintura romana

ha sufrido daños irreparables en la mayoría de los casos y solo Pompeya constituye una

excepción.

Por ello se habla de diferentes estilos pompeyanos para clasificar la pintura que ha

llegado hasta nosotros. No se puede ser exhaustivo en este tema y sólo bastarán unos

ejemplos para hacerse idea de la riqueza y variedad y presentaba la pintura romana.

En el suelo de numerosas habitaciones había mosaicos. Según las épocas pueden ser

bicromos (sólo en blanco y negro) o polícromos. También varía el tamaño de las teselas

(piezas de mármol, pasta vítrea u otro material que forma los mosaicos).

Se nos han conservado numerosos mosaicos en todo el ámbito del imperio romano, con

temática y calidad diferente

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